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Sobre el 8N

Por Guillermo Caviasca (Miserias de la Economía, Barricada TV)// El escenario político del 2012 ha avanzado a una cada vez más aguda polarización entre una variante liberal «neo-desarrollista» y «neo populista» expresada por el kichnerismo y una corriente heterogénea de perfil neo liberal elitista y apologista de la «libertad personal» y del libremercado..Tras esas dos identidades, una que se pretende el monopolio de las luchas del pasado y de lo «nacional y popular» y la otra que se embandera con «la república» y «la libertad», parecen diluirse todas las demás opciones, sindicales, políticas y sociales.
Pero la política opositora expresada en «los cacerolazos» no nos debe mover a la neutralidad bajo la excusa de considerar que solo expresa el enfrentamiento entre dos variantes de las clases dominantes. Eso es erróneo. O, mas que equivocada, esa apreciación es políticamente ineficaz. Ya que aunque haya argumentos reales de que el Kichnerismo expresa una política de las CD (solo mencionemos sus socios que dan escozor: Monsanto, Barrik Gold, automotrices, etc.) y la oposición otra política de otros sectores de las CD(y eso es asumido por los mismos líderes K), o quizás una variante de los mismos pero mas «radical» para nuevos tiempos, debemos reconocer que no son equivalentes. Extremando esos argumentos de gran parte de la izquierda argentina podemos hacer de Videla lo mismo que Alfonsín. O de Perón lo mismo que Onganía. Y eso no es cierto. Por eso es importante definirse en contra de estas movidas que solo acumulan en un camino de derecha. Ante el presunto agotamiento del modelo K de engorde con derrame, diversos operadores políticos y económicos proponen corregir e impulsar medidas que garanticen mas mercado, menos intervención del Estado; una vinculación más sumisa a las potencias y a los centros financieros, menos gasto social, y menos derechos a los trabajadores, lo que ya sabemos…
Sería bueno que pensáramos, porque, estos reclamos de «los caceroleros» son presentados como la verdadera opinión del «pueblo» y por que existe una base social tan importante para políticas en extremo reaccionarias.
Hay tanto que reclamar, tanto por los que luchar, oponerse. Para solo mencionar temas de las últimas semanas: La ley de semillas, es un paso mas en la resignación de nuestra soberanía alimentaria en favor de grupos monopólicos. La de ART es un mazazo a los trabajadores y les regala a los patrones una herramienta indispensable para desentenderse de sus empleados y su salud. La ley antiterrorista, una concesión a políticas represivas salvajes y al imperialismo. La ausencia de política de defensa que con la Fragata Libertad quedo patéticamente expuesta hace dudar de la naturaleza de los reclamos por Malvinas y abre una grieta en el discurso en torno a la política de la deuda externa y muestra la continuidad de sumisión (consenso de Washington) a organismos jurídicos imperiales (GAFI, Tribunales extranjeros, resignación explicita de soberanía). Solo por mencionar los hechos mas recientes. Tantas cosas que están mal, pero esas cosas desaparecen del escenario de las grandes discusiones nacionales, frente al individualismo apátrida, frente al gorilismo clasista, de «los caceroleros»… Porque una cosa es critica a la política de gasto del gobierno y otra es rechazar el rol del estado en la economía, una cosa es dudar de la capacidad K de hacer una política nacional con YPF y otra rechazar la expropiación de Repsol, etc. O sea una cosa es luchar por un verdadero proyecto nacional al servicio de los trabajadores y otra es ser forro de los grandes capitalistas que quieren quedarse con todo para ellos y para quienes la patria se asocia a sus negocios. Bueno esa es la contradicción de la clase media argentina: el famoso «medio pelo», querer ser oligarca y sentirse lejos de «los negros» y en definitiva jugar en contra de sus propios intereses y sus aliados naturales.
Pero ya mencionamos las cosas que el gobierno ha hecho los últimos meses y que son solo pare de una constante del modelo K: generar un «capitalismo serio» y crear una burguesía capaz de encabezarlo. Por lo tanto dudamos de que estas movidas, por mas que estén impregnadas de un patético discurso reaccionario en muchos de sus integrantes, sean «destituyentes» o «golpistas»… son solo gorilas… y están destinadas a esmerilar las aristas mas progres del modelo K:: no a la ley de medios, no a los controles de cambios, no a las nacionalizaciones, no a los subsidios sociales…. ¿Porque las clases dominantes van a desestabilizar un régimen (ojo «régimen» no es lo mismo que gobierno) si les regalo la ley de ART, la de semillas, paga la deuda religiosamente y lo hace en nombre de la patria…? Aunque seria bueno que el gobierno se dejara de invocar fantasmas y unir opositores, creemos que tiene una sobre dimensionada idea de su fuerza propia.
Lo triste es que para los que luchamos por profundas transformaciones, pareciera que estamos ante el libreto de las próximas páginas de nuestra historia, entrampados en un camino que no podemos corregir. Sera responsabilidad de nuestra inacción, de nuestra capacidad de recuperar UNA POLÍTICA TRANSFORMADORA, DE SALIR DE NUESTROS REFUGIOS y dejar de REGALAR LA «GRAN POLÍTICA» A LAS CLASES OPRESORAS.
Por otra parte, ojala hoy caigan piedras.
Pero no olvidemos que Hay tanto por lo que luchar.

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2 Comentarios

  1. O sea una cosa es luchar por un verdadero proyecto nacional al servicio de los trabajadores y otra es ser forro de los grandes capitalistas que quieren quedarse con todo para ellos y para quienes la patria se asocia a sus negocios. Bueno esa es la contradicción de la clase media argentina: el famoso “medio pelo”, querer ser oligarca y sentirse lejos de “los negros” y en definitiva jugar en contra de sus propios intereses y sus aliados naturales.

    Esa es la cuestion! Como despertar a tanto peregil que patea en contra de su propio arco?

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