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Habla Esteche sobre la denuncia del fiscal Nisman

Entrevistado por Barricada TV Canal 5 Almagro, Fernando Esteche planteó que la denuncia y la muerte del fiscal Nisman «es la fase uno de una maniobra que todavía no terminó». El dirigente del Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho, que es acusado por Nisman en la denuncia presentada en enero, sostuvo que «los verdaderos encubridores de la causa AMIA son los que hoy se rasgan las vestiduras», y aseguró que este ataque «condiciona la producción política hacia adelante». La denuncia no tiene sustento, dijo, para luego afirmar que quienes deben dar explicaciones son los políticos que reportan a la embajada yanqui.

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  1. NISMAN, CLARÍN, LA OPOSICIÓN Y OTROS ALCAHUETES DE LA EMBAJADA
    CONSPIRACIONES, LUCHA ELECTORAL Y CUESTIÓN NACIONAL
    Héctor Menéndez
    Córdoba, 17 de enero de 2015

    Ante cada problema ó cuestión importante el gobierno va redefiniendo la ubicación de su “desarrollismo” con capital externo hacia posiciones más independientes respecto del imperialismo norteamericano y europeo. Hay, si se quiere, una nueva posición internacional del gobierno argentino. No explicada solamente por las nuevas relaciones económicas y políticas con China y Rusia como reducen algunos “izquierdistas”.
    El nacionalismo industrialista del gobierno, que le viene de tradición a este nuevo peronismo surgido históricamente de la peronización de una corriente de la pequeño burguesía en los años sesenta, ha convivido en disputa con la extranjerización de la economía y la claudicación de los sectores decisivos de la burguesía nacional que se globalizaron, vendieron sus empresas -y su alma- al capital externo. Se globalizaron.
    El imperialismo, tras la derrota y la nueva libertad del capital, ha dado un salto en la dominación de la economía de los países dependientes con sus bancos, su control financiero y sus inmensos monopolios y oligopolios acompañados por una audacia mayor de sus embajadas y servicios de información. Y si hiciera falta por sus nuevas invasiones y guerras coloniales.
    Los gobiernos kirchneristas tuvieron una relación cambiante con los Estados Unidos. Cuando la larga crisis de la economía global y las “soluciones financieras” la hicieron aterrizar en EE.UU. y en Europa metropolitana, el imperialismo organizó el G20 buscando apoyo en los países emergentes. Argentina fue incorporada a ese grupo. La presidente argentina CFK destacó entre muchos haciendo responsable de la crisis al sector financiero. Planteó la eliminación de los paraísos fiscales, la democratización de los organismos multilaterales de crédito, de la ONU, y la necesidad de una regulación y control del capital financiero por los gobiernos de los Estado centrales/imperialistas del sistema. Fue como “arar en el mar”.
    El verdadero punto de inflexión de las relaciones del gobierno argentino con los EE.UU. fue la lucha contra los “fondos buitres”, el juicio apalancado en el juzgado de Griesa, su sentencia irracional del “pari passu” y el acompañamiento de la cámara de apelaciones de Nueva York y de la Corte Suprema de los EE.UU. En esa lucha contra los embargos, entre los cuales destacó el intento fracasado de la justicia de Ghana por embargar la Fragata Libertad, el gobierno argentino se defendió políticamente y denunció al imperialismo en todos los foros regionales e internacionales obteniendo un apoyo generalizado. Llevó el planteo junto a los 77+China a la asamblea de las Naciones Unidas y obtuvo una votación masiva y una resolución de la asamblea de trabajar una ley internacional que impida la estafa de los fondos buitres a los países que deben renegociar su deuda en default. Lo mismo ocurrió en la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de Seguridad. Con estos triunfos el gobierno argentino denunció al de los EE.UU. como responsable de la sentencia de Griessa porque podía retirar esa sentencia que cuestionaba la política exterior que debía manejar Obama, tal como hiciera Bush en el caso similar de Congo-Brazzavill y no lo hizo. Denunció que la Casa Blanca revisó el apoyo anterior a Argentina en el FMI impidiendo que se presentara ante la corte norteamericana apoyando a Argentina ante los buitres. El gobierno argentino bajo la dirección militante de CFK levantó la bandera alternativa cuando respondió al chimento que la amenazaba el ISIS diciendo, si me pasa algo no miren al este, miren al norte. Y consagró la consigna ¡Patria ó Buitres! A partir de allí el imperialismo lanzó todas sus fuerzas contra el gobierno argentino.
    Desde el más jugado agente imperialista, Macri, que dijo que había que pagar como decía Griessa, siguiendo por Massa, que recordando sus buenas relaciones con la embajada denunciadas por Wikileaks, sostuvo que como futuro presidente arreglaría amistosamente con los buitre, hasta Carrió, los repartidos radicales de oposición, los del partido socialista, todos los gorilas que fueron golpistas contra Perón y para sostener socialmente todos los gobiernos militares y civiles “democráticos” que se sucedieron proscribieron a la mayoría del pueblo argentino hasta las elecciones condicionadas de 1983, después del genocidio. ¡Veinticinco años de proscripción! A todos esos democráticos articulados con el imperialismo los conozco muy bien. Como marxista revolucionario que nunca votó al peronismo me siento responsable de denunciarlos. ¡Sin formar en la trinchera contra el imperialismo la clase obrera y las masas explotadas jamás serán libres!
    El monopolio mediático del Grupo Clarín es norteamericano. El diario Clarín es el organizador colectivo de la oposición de derecha y de los extranjeros dueños mayoritarios de los medios de producción del país. Clarín y la oposición empujaron al sector de la burocracia sindical Moyano y Barrionuevo hacia un final de año de huelgas y saqueos y fracasaron porque el gobierno mantuvo la iniciativa y cortó la relación de las cuevas del dólar blu con el Banco Central, echó a Fábrega y Kiciloff con Vanoli recuperaron la función del central en la defensa de la moneda. Anularon el contrato con el Banco de Nueva York como agente de pago a los bonistas. Sancionaron la ley de pago soberano y organizaron una cuenta del Banco de la Nación en el Central para depositar los pagos a los bonistas. Denunciaron a las grandes empresas que fugaron capitales a Suiza y sancionaron a bancos y a empresas. En Córdoba los precios cuidados no tienen la repercusión del GBA porque el gobierno provincial y municipal opositores los sabotean pero el ritmo de la inflación ha descendido. Axel Kiciloff y CFK son una tendencia en el marco de la crisis capitalista mundial.
    Las encuestas electorales favorables al gobierno al comenzar el año aceleraron la actividad destituyente de Clarín, la oposición y el imperialismo. La ausencia de la presidente argentina de la manifestación del domingo 11 en París contra “el terrorismo islámico” y el argumento de los mejores analistas que apoyan al gobierno que había que contextualizar esos asesinatos repudiables con el genocidio de los 2000 asesinatos de Israel en julio pasado, por lo que no se podía desfilar al lado de Netanyahu desataron este complot que arrastro a Nisman a la muerte. Las relaciones de Nisman con la embajada, denunciadas por Wikileaks, y sus relaciones con Jaime Stiuso, el agente de inteligencia argentino relacionado con la CIA y el Mossad, explican por sí mismas el interrogante planteado como una insinuación por la presidente: ¿Quién lo llamó a Nisman, de vacaciones en Madrid, dejando sus vacaciones y su familia para venir a denunciar a la presidente y al canciller como entregadores clandestinos de los acusados iraníes que deben declarar en la causa AMIA? Los que deben responder son el Clarín, el Mossad y la CIA.
    SIONISMO Ó JUDAISMO
    Ha llegado el momento histórico que exige discriminar a los sionistas y partidarios del Estado Fascista de Israel, que de la mano del imperialismo son más organizados y se arrogan un estatus jerárquico, especial, respecto de los demás judíos no sionistas y de la población en general.
    Los judíos fueron siempre los que poblaron más densamente por su peso relativo las filas de los contingentes revolucionarios. Como en todos los pueblos los había burgueses, ladrones y reaccionarios. Pero antes de que el Estado tapón, Israel, que fundó el imperialismo en Palestina para impedir la unificación de las masas nacionalistas árabes se convirtiera en la potencia nuclear, en el Estado fascista actual, base militar ó sucursal de los EE.UU., que aterroriza a todos los países del Medio Oriente y es el país que más pone en riesgo la paz mundial según el 65 % de los europeos encuestados el año pasado, Israel era una cosa distinta. El gobierno francés que pretendía capitalizar la reacción popular contra los asesinatos en París se quejaba de que Netanyahu fue sin invitación, se llevó los judíos asesinados en el supermercado para velarlos en Israel e hizo otro llamado a los judíos de Europa a ir a vivir a Israel. Sin duda para abonar el Estado judío, racista y antidemocrático que acaban de sancionar y para reponer la población árabe que discriminan y asesinan y los muchos judíos democráticos que huyen del Israel actual. Que no es un Estado democrático no es una novedad. La declaración de Estado “judío” es la aceptación de la denuncia nuestra y de muchos judíos democráticos que es un Estado racista y fascista, que hace sesenta años lleva adelante un genocidio del pueblo palestino. Nadie que defienda al Israel actual puede decirse progresista, democrático, antiimperialista. Mucho menos revolucionario socialista ó marxista.
    El complot organizado alrededor de la denuncia mentirosa de Nisman, de Clarín, de la Cía, tiene un componente sionista, de la DAIA y la AMIA y del gobierno de Israel que llegan más al interior del país que las propias declaraciones irrespetuosas del nuevo embajador de EE.UU.
    El gobierno argentino cree en la posibilidad de una democracia estable en el país dependiente. No lo es. Cuando el propio gobierno reconoce que él no es el poder, que el poder son las corporaciones del capital extranjero que domina los medios de producción y de cambio y que la prensa, la TV y las radios también están globalizadas y controladas por el imperialismo debiera sacar la conclusión que agitar el programa democrático antiimperialista sin empresas estatales es insuficiente. Que hay que organizar políticamente a los trabajadores como sujeto social de la transformación. Que, como decía Chávez con la burguesía no habrá jamás autonomía e independencia.

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