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31º Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario

El Encuentro Nacional de Mujeres se caracteriza por ser plural porque expresa las diferentes realidades de todas las mujeres, donde cada una de las voces es escuchada de forma horizontal y democráticamente, porque se autoconvocan y autofinancian para construir este espacio colectivo, que les pertenece a todas.

En esta oportunidad, se realizó en la ciudad de Rosario porque en términos económicos y productivos para los poderosos del país, la Argentina sangra por las barrancas del Paraná. Por estos puertos de Rosario y su cordón, hoy en manos extranjeras, se llevan el 75% de la producción nacional. Por allí circula libremente el tráfico de armas y drogas y la trata de personas, que se han convertido en los negocios más redituables e impunes de los últimos años, para beneficiar a los ganadores de siempre: los grandes monopolios imperialistas, las patronales y los terratenientes. Mientras salen por los puertos de Rosario las riquezas que produce el pueblo, esta ciudad es el reflejo descarnado de un país donde, a la par de la concentración de la riqueza, crecen la desigualdad y el hambre. El Gran Rosario registró, en el segundo trimestre, el nivel más alto de desocupación: el 11,7%.
Esta hermosa ciudad se ha vuelto territorio de operaciones de bandas narcocriminales, un negocio millonario del que participan y son protagonistas policías, políticos de todos los niveles del Estado y empresarios, con la complicidad del Poder Judicial, mientras nuestras barriadas populares padecen los efectos más brutales de la devastación neoliberal. Las madres y las hermanas, las jefas de hogar, las abuelas son quienes se hacen cargo de las familias destruidas por la lógica de reclutar soldaditos y bandas, quienes sufren las principales consecuencias de estas violencias. Pero también son quienes encabezan las luchas por justicia y los reclamos frente a la violencia institucional al ver asesinadas y asesinados a jóvenes en manos de la policía.

A la vez, con la narcopolicía y los negociados, se reproducen y aumentan las formas de violencia hacia las mujeres: los secuestros de mujeres de diversas edades para trata con fines de explotación sexual crecieron en los últimos años en Santa Fe, tanto en Rosario y ciudad capital como en los departamentos del norte. Esta región es, desde hace años, no sólo zona de tránsito y operaciones del entramado criminal de la trata, sino también de reclutamiento. Por año, se realizan 300 denuncias de mujeres que faltan de sus casas.
Con la excusa de la guerra contra el narcotráfico, hoy las fuerzas represivas inundan la ciudad. Por eso, desde la Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Mujeres se repudió la militarización de Rosario en manos del Gobierno nacional y de Santa Fe con Gendarmería Nacional y la narcopolicía, que tiene como objetivo fortalecer la política de mano dura y de persecución de la pobreza. Sabemos que esta militarización es la única forma que tienen de imponerle al pueblo las políticas de ajuste y entrega del Gobierno de Macri y los gobernadores, que golpean a los sectores populares y, con más saña a las mujeres, agravando las condiciones de vida y aumentando el hambre, la desocupación y la exclusión, dejando en menos de un año un millón y medio de nuevos pobres, profundizando el empobrecimiento que ya sufríamos.

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