Los trabajadores de la Línea 60 decidieron ratificar el paro tras los dos despidos injustificados por parte de la empresa DOTA.
En asamblea permanente, los trabajadores denunciaron el mal estado de las unidades, incumplimientos por parte de la empresa, mejoras salariales y de las condiciones de trabajo y la reincorporación de los despedidos.
En conversación con Ariel Rufrancos, uno de los despedidos por la empresa aclaró: «Es un ataque del monopolio DOTA a los trabajadores (…) tratan sistematicamente de desarmar la organización que nosotros tenemos, buscando avasallar nuestros derechos todos los días».
«Eramos 1500 trabajadores y ahora somos 900. Antes era un parque móvil de 380 unidades y ahora hay 260», explicó Silvio Esponda, delegado de la 60.
Esta mañana la empresa faltó a una audiencia en el Ministerio de Trabajo, y fueron convocados nuevamente para mañana, momento en el cual en las cabeceras de Barracas y de Maschwitz los trabajadores definirán como seguir con el plan de lucha.
